Desfilaron trufas de parmesano y de paté; bagels caseros; pancitos de pistacho; quiches; triángulos de philo, feta y verdura; eggrolls de jamón crudo y demás entremeses. Un épico postre, un té especiado y el tour de force de macarons y cupcakes se hicieron sentir ya con la caída del sol de tardecita. Un verdadero jonrón.
Un pulmón en pleno San Telmo.
Tortilla deconstruida: rodaja de papa, yema asada y morrón frito.
Aceitunas envueltas en masa de leche y bagels caseros con amapola.

Sobrios y sabrosos, los de pistacho.
¿A que no se ve rico?
Budín de pera, roquefort y nueces con helado de higos: un clásico instantáneo.
La dulce espera.
Cupcakes nuevos: chocolate amargo, arándanos y almendras tostadas.
Enigmáticas galletitas de hongos de pino y nueces: si por "enigmáticas" se entiende "adictivas", claro.







