¡Hay un Ganador!

Así es, tal y como lo leen: ya hay un ganador del Gran Premio por la promoción de los 5000 macarons: ¡! Como maestros de la inferencia, todos ustedes leyendo las presentes líneas llegan unívocamente a la conclusión de que no han ganado (para no decir que perdieron); pero eso no los desmoraliza, ya que son seres generosos y gustan de ver ganar al prójimo, desechando sentimientos perversos como la avaricia, la glotonería y la envidia.

El premio ha sido otorgado (trompetas) a Cristian (foto), en conjunción con su novia y fiel clienta, Paloma. La cosa fue así: primero Cristian se despachó con la siguiente plegaria:




Estimados:

Me dirijo a este sito por primera vez en función de... digámosle, participar en pos de hacer feliz a un alma. Alma que no es la mía, por cierto. No me destaco por ser una persona demasiado caritativa, pero en este caso me veo en la obligación casi personal de serlo.

“¡¡¡QUIERO LES CROQUANTS!!!”, es la oración con la que más me topé en estos últimos quince días. La escuché acostado -arrumaco mediante- en un sillón, paseando tomado de su mano, cenando en un restó, escrita en el MSN, desde su cuarto luego de bañarme… ¡hasta en la cama antes y después de dormir! La última vez que la escuché fue ayer, Martes 19 del corriente. Esta frasecita cuasi desesperada proviene de un ser, para mí muy especial; más que especial. Tan especial que despierta una obvia empatía en mí, la cual hace que esté escribiéndoles/mangueándoles el GP por el hito estadístico del macarón número 5000 (¡felicitaciones!).

Ese ser especial -creo yo merecedor por lejos del GP-, es nada menos que mi novia (aww!!). Ella es Paloma, y ya les compró cupcakes y macarones en más de una oportunidad. Ella, Paloma, es un ser tan seguro y maduro como candoroso y aniñado. Ella, Paloma, con poquito más de dos décadas encima, cuando el candor le acecha, se permite a si misma retroceder en el tiempo y sazonar su lado infantil; quedando en evidencia dicha traslación al verla maravillada con la forma de sus galletitas, cupcakes, cajas, diseño de su web y demás parafernalia referida a ustedes. Casi en simultáneo en este viaje en el tiempo, me muestra -al mejor estilo hija a papá- sus cupcakes, macarones y galletitas, y me dice: “¡Son ‘lo tierno’!”, “¿viste que ricos son?”. A lo que me da a probar, supongo que con el fin de que fraternice con el gusto de sus “gallericas” y por ende, también sea yo quien les compre cuando la visite. ¡Será cándida pero no tiene ni medio rulo de zonza! Sí, tiene rulos negros cual el cabello de Amélie. ¿Les cuento algo más de ella, Paloma? Necesita a menudo ser esa niña con golosina en mano, y nada mejor que esa “golosina” o “cosa rica” provenga de ustedes. De veras, créanme.

Concluyendo, ya que no quiero aburrirlos con algo que no es más que una petición a beneficio del ser especial del cual les hablo, quiero destacarles que soy pésimo en lo que a gastronomía concierne, por lo cual me veo imposibilitado de hacerle a Paloma cupcakes, macarones y demás para apaciguarle -aunque sea un poco- el deseo casi constante (al menos en este último tiempo) por los “made in ustedes”. Por esta otra razón les pido nueva y encarecidamente lo siguiente: Ténganla en cuenta.

En pocas palabras ella, Paloma, merece darse el lujo de viajar en el tiempo otra vez (esto conlleva una acepción magnánima), y ustedes pueden facilitarle eso muy fácilmente, ni más ni menos que galardonándola con su GP; el cual -aunque trivial o no- le haría muy feliz. Y, con lo que a su vez, me ayudarían en mi misión de sorprenderla y de poder librarme del “¡quiero Les Croquants!”, al menos a altas horas de la madrugada y/o en un domingo por la mañana -lagañas mediante- luego de abrir los ojos y antes del “buen día”.-

Saludos!!

Kily.-

A lo que luego se sumó la prueba verídica del fanatismo de Paloma:



No quedó más remedio que patrocinarles la edición inaugural de la "caja deluxe":




Con varios sabores inéditos, incluyendo: Mantecol, Chocolate y Limón, Oreo, Chocolate Blanco y Rosas y Maracujá y Chocolate.


Y así fue, ¿vieron? Les dije que no iban a ganar. Pero si prestaron atención también recordarán que les dije que habrá nuevas oportunidades. Así que a no descuidarse, que Les Croquants marcha siempre al filo del delirio.